Consideraciones generales:
Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. El borde libre desaparece y la uña se sumerge en el lecho ungueal. Su reiteración en el tiempo provoca lesiones varias, como la inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias a la hiperplasia cuticular.
Los hábitos de morderse las uñas más agresivos pueden provocar hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o conllevar la pérdida de toda la uña. Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como son las cutículas y padrastros, pueden manifestarse en forma de paroniquia crónica
(inflamación aguda del tejido celular de los dedos) con exacerbaciones infecciosas agudas y llegar a provocar Exostosis subungueal o Quistes mucosos En los casos severos se produce un deterioro de la placa ungueal y la formación de cicatrices locales con distrofia de toda la unidad ungueal y anomalías de la matriz.
Es posible que las uñas al crecer progresen sobre un lecho ungueal dañado por las mordeduras, provocando inflamaciones, tumefacciones, y lesiones sin cicatrizar que pueden dar lugar a manifestaciones de dolores intensos,
Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden impactarse en la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo sobre infecciones o diversas complicaciones en el tejido pulmonar. Pero lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal.
Las uñas son herramientas que se nos han brindado para facilitarnos la tarea de coger cosas, abrir objetos así como proteger de agresiones externas el extremo de los dedos. Un dedo sin uñas es un dedo amputado que no puede desempeñar todas sus funciones como es debido. Igualmente morderse las uñas desde temprana edad puede provocar cuando esta es intensa y se prolonga en el tiempo hipertrofia de los tejidos adyacentes,
contribuir a alterar la proporción entre anchura y longitud de la uña, retroceder la raíz ungueal del borde libre y llevar a graves alteraciones en la estética dental y bucal.
Causas que pueden llevar al hábito de comerse las uñas: :
Causas psicológicas:
Estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de calmar momentos de nervios, ansiedad , angustia etc.. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse las uñas. El estrés, dificultades para resolver problemas cotidianos que sean sociales, Laboral o escolar (exámenes) son causas frecuentes que pueden desarrollar un complejo que lleva a una persona a comerse las uñas.
Causas psicosomáticas:
Es difícil agrupar en un mismo patrón a la cantidad de personas que sufren este mal hábito por causas psicosomáticas. Pero en los casos muy severos en formas más conscientes de lesiones auto-infligidas, podemos enumerar algunos de los rasgos distintivos que pueden favorecer actitudes negativas y influir emocionalmente en el comportamiento del sujeto durante la niñez, adolescencia y hasta la edad adulta. Por ejemplos:
Cambios dramáticos en la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser querido, violencias y disputas domesticas reiteradas ante el sujeto, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos y hermanas, malos tratos y humillaciones, presión por los estudios en el ambiente familiar o escolar, y un sin fin de otras causas.
Pero en la mayoría de estas causas las frustraciones acumuladas, la timidez y la baja autoestima son los rasgos más significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas. Desaparecerá esta manía cuando se adquiere confianza y seguridad en el área familiar, escolar o laboral.
Los mordiscos onicofágicos pueden causar modificaciones de la placa ungueal. En la etiología ungueal el crecimiento de una nueva uña saliente, implica forzosamente que la uña antigua sea empujada hacia el borde libre, y se admite que esta última va a desaparecer completamente durante esta progresión cuando nos cortamos la uña. Pero puede suceder que una uña nueva frágil y blanda,
no pueda disponer de la fuerza de crecimiento necesaria para desplazarse sobre una matriz dañada por los mordiscos. En el esfuerzo producido, la uña natural tiene tendencia a curvarse sobre sí misma, se encarna en el lecho ungueal, y adopta la forma de estrías en forma de abolladuras, depresiones o líneas de Beau.
Cuidados de las uñas mordidas:
Cuando las anomalías son debidas a mordiscos onicofágicos, y las uñas no se han encarnado todavía en el lecho ungueal, la aplicación de Podium Serum reparador de uñas es una respuesta muy apreciable para cuidados tópicos, ayudar a la regeneración rápida de la nueva uña saliente y sustituir en su totalidad la placa ungueal afectada.
La uña no deberá nunca superar 1 o 2 mm el borde libre durante los cuidados. Sin embargo, antes de haber completado los cuidados, y cuando la uña no haya recuperado aún su aspecto y equilibrio natural, se aconseja no maquillarla. El frasco contiene suficiente producto para completar todos los cuidados.
Atención! Si la uña se ha encarnado y crece dentro del lecho ungueal, debe consultar con un dermatólogo. Hay que desencarnar la uña antes de seguir los cuidados con Podium Serum reparador de uñas.
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Si Ud padece alguna enfermedad de las uñas no espere, Consulte con su médico o el dermatólogo
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