Consideraciones generales:
La voluntad no es una facultad especial, depende de numerosos factores físicos y mentales; proviene del equilibrio de un conjunto de centros cerebrales. Aparece, desaparece y se modifica según las fluctuaciones de nuestra personalidad.
Sabemos que:
La verdadera energía, equilibrada, lúcida y armoniosa produce la verdadera voluntad, tranquila, invisible, potente, duradera. La falsa energía, la falta de energía, la crispación, el nerviosismo, el cansancio, la agitación, la obstinación, la impulsividad, las desviaciones psíquicas, producen la falsa voluntad o la falta de voluntad.
¿Será pues, la voluntad una cuestión de salud? Ante todo, sí ! Pero salud debe ser entendida en su sentido más general. Repetimos que la voluntad pide que el máximo de nuestro ser sea llevado hacia la meta; con un mínimo de esfuerzo. Por consiguiente sin coacción ni disensiones interiores.
Si debemos hacer “esfuerzos voluntarios” para romper viejas costumbres, consideramos la acción sólo como una parte de nosotros mismos. No es pues una verdadera voluntad.
El hombre actúa y domina la fuerza tranquila. Actúa automáticamente, porque actuar es lo propio del hombre. Y si, además de eso, es lúcido y liberado de sus disensiones interiores, domina la voluntad. Ya no la busca cerrando los puños. Sin dificultad, la voluntad responde inmediatamente a su llamada.
Decidir dejar de comerse las uñas,es suficiente tener presente esta acción para tener la posibilidad de cumplirla sin grandes esfuerzos.
Una persona sana, en perfecto estado de funcionamiento, realiza su voluntad. Cultivar su voluntad significa lograr fuerza, equilibrio, inteligencia y lucidez.
La voluntad se educa, se reeduca y se cultiva, la voluntad supone fuertes tendencias, pide que nuestras fuerzas liberadas se dirijan juntas en una misma dirección. La voluntad es una actividad serena, proviene sobre todo de la liberación de sí mismo.
Leer este artículo hasta el final es por sí solo una acción de voluntad. Si decidimos dejar de fumar no debemos esperar hasta terminar el paquete o el último cigarrillo, eso no es más que una intención o indecisión. Si queremos dejar de morder nuestras uñas, debemos inmediatamente tomar una determinación fija o lo que es lo mismo, una verdadera acción de voluntad.
Observación: Nuestro método para dejar de morderse las uñas, propuesto hace más de 15 años en nuestro sitio web, es reproducido por miles de otros sitios en la red y utilizado actualmente por muchos psicólogos con unas tasas de éxito de más del 80%.
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